RINCÓN se complace en presentar la primera exposición de Camila Salame en la galería. Egresada de Artes Plásticas e Historia del Arte de la Universidad de Los Andes y el programa de Maestría en Bellas Artes de la Universidad Panthéon -Sorbonne de París, Salame vive en París y trabaja entre París, Bogotá y Beirut. 

 

La obra de Salame surge en gran parte de su historia personal y se entrelaza con conceptos más amplios y que nos conciernen a todos como humanidad, como lo son el hogar, la memoria, la migración y la naturaleza. Su investigación plástica se centra en materiales frágiles, efímeros, delicados y naturales que dan como resultado instalaciones y esculturas que recrean un universo personal y poético.  

 

Las obras que presentamos en “Pero yo ya no soy yo, ni mi casa es ya mi casa”*, hacen parte de Florilegio – Botánica de un paisaje emocional y Casas Perdidas – Romances del Regreso. 

 

Florilegio es un herbario que toma la forma de papeles de colgadura – elementos decorativos de los espacios interiores de una casa- cuyos patrones representan especies nativas de plantas de los cerros de Bogotá. Los cerros son hogar de múltiples especies de flora y fauna que hoy en día se ven amenazados por la urbanización – legal e ilegal-, la contaminación, las actividades mineras o eventos tan devastadores como los incendios, los cuales muchas veces son ocasionados de manera intencional.  Los cerros de Bogotá, hacen parte del paisaje de la ciudad pero también parte del paisaje emocional de sus habitantes, para los cuales los cerros son un punto de referencia y ubicación así como escenario de las diferentes estratificaciones sociales de la ciudad. 

 

En palabras de la artista: Con la obra ‘Florilegio’ busco explorar los paisajes emocionales formados por nuestros puntos de orientación geográficos y naturales. A través de un diálogo entre el arte y la naturaleza, deseo evocar la aspiración a una casa, como un espacio móvil interno y personal, que llevamos con nosotros.”

 

‘Casas Perdidas’ , es una serie de esculturas que representan el arquetipo de la casa (cuatro paredes y techo) elaborados en distintos materiales tales como cera de abejas, pétalos de flores y tejidos. Cada una es una reflexión plástica del espacio íntimo y vital que es la casa y la  carga simbólica o cultural de los materiales que las constituyen. Para Salame estas casas perdidas son : “imágenes poéticas que como promesas de un regreso imposible a la casa original e íntima, se edifican cual arquitecturas frágiles en nuestro imaginario. Intentos de retrasar plásticamente un posible camino de regreso..”.  

 

*Verso del poema ‘Romance Sonámbulo’ de Federico García Lorca.